Gimpeame

Como buena aficionada a la fotografía, no dejo de asombrarme cómo muchos profesionales ya consagrados, acuden a herramientas informáticas para sacar más partido a sus fotografías. Incluso las convierten en imposibles. Recientemente un juego-web ha puesto en tela de juicio nuestra percepción de diferencias entre fotos reales y photoshopeadas (nuevo palabro) Es muy divertido y supongo que habrá gente menos aficionada y que acierte más, que yo.
¿Cúanto nos comprometería una foto falsa de nosotros mismos haciendo cualquier peripecia? o mejor, ¿acaso el esfuerzo de observar la luz en un determinado momento, descubrir el ángulo idoneo y conseguir un enfoque personal ya no cuenta?
Y eso sin tener en cuenta que no todo el mundo que moldea su foto para que sea perfecta cuenta con la herramienta original. Bastante gente instala en su PC programas muy famosos pirateados en su ordenador. Y somos menos, los que con el GIMP hacemos maravillas y sin necesidad de piratear (recuerda que aún pagamos el canon)
Pero yo sigo a la antigua usanza. Me arrodillo para captar el mejor ángulo, regulo mi cámara para plasmar ese microsegundo que hará que mi foto sea arte real, me acerco o me alejo... y click