El concepto de Bélgica es fenomenal. Los maizales rodean cariñosos los gigantes aerogeneradores, mientras que es sus ciudades la bicicleta es indiscutible protagonista de sus carreteras convencionales. Los puntos verdes se mezclan con la arquitectura típica proporcionando comunión con la naturaleza y ecología.
En Holanda, los espacios amplios y los edificios que aprovechan al 100% la luz exterior son el número 1 en diseño moderno y estructural de las ciudades. Con grandes paneles termo-solares en sus tejados. Y en la inmensidad de sus planicies anegadas de agua, ahí están los aerogeneradores de nuevo.
Francia es alucinante. Playas bastas y espacio a más no poder. Siempre con aerogeneradores en el horizonte y una gran política de ahorro de agua y de reciclaje.
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