Sueño en latín.
A parte de la pesadez del cuerpo, que se ve incrementada en 20 kg másn el, tener sueño se nota sobre todo en nuestros propios ojos.
Empiezan a picarte las comisuras de un ojo concreto. Te frotas y parece que el alivio promete lucidez por unas horas más pero, no. Te vuelve a picar. Te arrascas. Sigue picándote. Te arrascas. Así unas cuantas veces. Hasta que la desesperación te hace arrascarte el otro ojo también. Y ahí estas perdida.
Convulsivamente te arrascas los ojos otra vez. Parece que ya está. Pero como le has dado una "paliza" a los párpados, los notas un poco rebeldes. Se caen las persianas de tu mirada e intentas por todos los medios mantenerlas abiertas. Lo consigues. Pero ahora que se levantan los párpados, se levantan las ojeras. Luchas. Pero en vano. En el momento en el que una micra de párpado toca suavemente la comisura de la parte de abajo de tu amado ojo que ya ve doble, te ha ganado la batalla y la guerra porque te has dormido... Buenas noches
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