Derivado del latín "meridi" que significa "curar" y "medicar" ... El oficio de estudiar la vida, la muerte, la salud y las enfermedades es tan antiguo como antiguos son los más antiguos yacimientos arqueológicos, que cuentan en su haber: material de costura para heridas, diversas plantas de efectos todavía conocidos y como no, amuletos contra el mal de espíritu.
Curar con avispas, con pequeñas cantidades de venenos, estudio de la energía de nuestro "chi", acupuntura, etc... Miles son las formas de diagnosticar todo tipo de enfermedades; genéticas, moleculares, víricas, bacteriológicas. Todo un mundo tan complejo como complejo es nuestro cuerpo.
Como por desgracia o por gracia, tod@s somos iguales, también somos estadísticas: uno de cada cien, uno de cada millón, uno de cada dos... Y va y te toca!!!
Pero lo que nadie se ha parado a pensar es que el ser humano es médico del ser humano. Un ser humano saca sangre, otro lo analiza y un tercero te dice el resultado del número XXX... que resulta ser para tí, el único ser humano y gritas en silencio o a voces (porque existen diferentes formas de gritar) que ese número XXX es el único ser humano que hay ahí y que hagan el favor de comportarse como seres humanos.
Y miras en sus ojos verdes y ves toda la historia de la humanidad mirándote. Y razonas lo siguiente: tanta historia para estar aquí.
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